CASA FUSTER
La Casa Fuster es un edificio
del 1908 y 1910 de estilo modernista.
Su creador fue el arquitecto
español Lluís Domènech i Montaner, este maestoso edificio está ubicado en el Paseo
de Gracia, al lado de la Avenida diagonal en Barcelona y fue convertido en
Hotel de Lujo en 2004
Domènech i Montaner utilizó en
esta casa muchos de sus elementos característicos como arquitecto: base de
robustas columnas en piedra roja, ventanas trilobulares y ornamentación floral.
El proyecto de Lluís
Domènech i Montaner estaba en construir un edificio como casa particular y en
1908 fue edificada por encargo de Mariano Fuster, procedente de la alta
sociedad mallorquina y casado con Consuelo Fabra i Puig, hija del Marqués de
Alella. Fuster quiso regalar una casa a su esposa y no reparó en gastos y en la
fachada, todavía figura un escudo con las iniciales CF, que no significan Casa
Fuster, como algunos piensan, sino Consuelo Fabra en dedicación a su mujer.
Esta Casa fue la primera vivienda de Barcelona construida
con mármol blanco y costó 13 millones de pesetas, lo que la convirtió en la más
cara de la ciudad en esa época.
Convertida años después en 1962 en
sede eléctrica Enher y en fin por Hotel de Lujo en 2004 hasta la actualidad que
en día de hoy, por su historia y arquitectura es atraída por numerosos clientes
extranjero.
Declarado Monumento de la ciudad de Barcelona, el Hotel Casa
Fuster es el primer cinco estrellas gran
lujo y único de Barcelona que está situado en una de las principales joyas
modernistas de la ciudad. Gracias a su
historia y a su arquitectura se ha posicionado entre los hoteles más caros de
la ciudad y cuenta con un 75% de porcentaje de clientes extranjeros. La planta
baja fue diseñada como sala de eventos donde la familia recibía a sus huéspedes
y que más tarde se convertiría en el
Café Vienés.
Pero este ritmo de vida fue demasiado para las finanzas de
la familia Fuster, que se vio obligada a vender la casa a principios de los
años veinte.
se alojaron en el primer piso y alquilaron
el resto. La amplia planta baja acogió pequeños negocios, como un barbero y un
colmado. En los años 40 y 50, este espacio volvió a brillar convertido en una
sala de baile llamada el Danubio Azul y más tarde en el famoso Café Vienés, que
hoy da nombre a la cafetería-restaurante del hotel.
En el año 2000 el Hoteles Center compro el edificio y lo rehabilito
completamente, esta reforma que duró
cuatro años.
El hotel cuenta con once salas de reuniones, un gimnasio,
una sauna y una sala de masajes. Desde la terraza del último piso, que se
alquila para eventos privados, se divisa todo el Passeig de Gràcia. Además de
la cafetería-restaurante del Café Vienés, el hotel también cuenta con el
Restaurante Galaxó con menú llamado modernista.
Entre los detalles que se ofrecen a los huéspedes, se
encuentra la sauna personal de algunas habitaciones, una carta de almohadas con
hasta siete variedades y las amenities de baño, de la marca Loew.
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