Casa de les Punxes 

La casa Terrades, conocida popularmente como la Casa de las Punxes por las cuatro torres cilíndricas que la coronan, ha sido construida entre los años 1903 y 1905 dal arquitecto Puig i Cadafalch.

Las cuatros torres son todas rematadas por agujas cónicas, además de la torre principal con cimborio, este edificio de grandes dimensiones que da a tres calles y que junta tres casas en un solo edificio ha sido un conjunto arquitectónico de muchas importancia, este fue encargado por las tres hermanas Terrades.

Con estilo neogótico centroeuropeo, con una especie de aspecto de castillo de cuento de hadas, fue etiquetado como castillo medieval urbano y un "castillo gótico" en plena avenida Diagonal de Barcelona supone un reclamo para cualquier visitante de la ciudad.  

En realidad, un edificio de pisos que imita la forma de los castillos medievales y que constituye uno de los perfiles más reconocidos del modernismo barcelonés, claramente tiene un gran reclamo de curiosidad de los miles de turistas que cada años viene en Barcelona a visitarla. Así como muchos otros edificio de estilo modernista presente en la ciudad condal.

Con ladrillo visto de color rojizo y de piedra en la planta baja, esta finca está adornada con ventanas y balcones de estilo neogótico, tiene muchos detalles ornamentales y sobre todo con motivos florales.

También en la fachada hay Sant Jordi matando al dragón, con una leyenda que dice: "Santo patrón de Catalunya, devolvednos la libertad", 

Una de las características de este edificio son sus seis torres, coronadas por sendas agujas de forma cónica, lo que le dio el nombre popular de casa de les punxes (en idioma catalán, punxes significa pinchos).

Para su construcción fue utilizado ladrillo. En ella pueden verse algunos plafones decorativos; uno de ellos, en una placa de cerámica que representa a Sant Jordi, tiene escrita la siguiente leyenda: Sant Patró de Catalunya, torneu-nos la llibertat ("Santo Patrón de Cataluña, devuélvenos la libertad") y que refleja el cariz catalanista que los arquitectos modernistas daban a sus obras.

Declarada Monumento Histórico Nacional en 1976, en el año 1980 se puso el edificio en reforma completa y puesto como propiedad privada, el interior de la casa no puede ser visitado, aunque hay compañías con sus oficinas en el edificio, como Veeva Systems, con su central europea.

Al ser una propiedad privada y no pudiendo ver su interior como ya dijimos, nos podemos pero parar a mirar su contemplación exterior que fascina a todos los que se acercan a verla. El ladrillo de la fachada se combina con el trabajo de hierro forjado de los balcones con relieves y en sus vidrieras coloradas. 

Los paneles echo de cerámica, son la referencias del símbolos patrióticos de Catalunya.